Una nueva entrada sobre algunos de mis trabajos, en esta ocasión repetimos el retrato de familia pero esta vez de una forma algo distinta.
A todos nos gusta tener recuerdos bonitos de nuestra infancia o de la de nuestros hijos pero qué pasa con nuestras mascotas. Para los que tienen o hemos tenido un animal en casa éstos son más un miembro de la familia que un animal de compañía.
En el caso de Nova, la preciosa perrita que veis en las fotos, que mejor recuerdo que unas bonitas fotos de la familia. En la anterior entrada hablábamos de fotografía con niños y la verdad es que no hay tanta diferencia con un reportaje con animales. No tienen vergüenza para posar y la cámara no les acaba de condicionar puesto que no tienen expectativas de salir guapos, guapas o simplemente salir bien. Ellos están ahí, naturales y relajados.
Espera, espera, ¿están ahí?, ¿relajados?
Vale aquí lo he simplificado un poco, lo cierto es que con los animales dependemos también de su estado de ánimo y de las ganas que tengan de ser entretenidos o de corretear. Y para eso es importante saber tratar con ellos y tener mucha paciencia. No está de más que el profesional que contratéis tenga una buena capacidad de improvisación porque ir a una sesión con animales o niños con un plan preestablecido es poco menos que un error de inicio, o mínimo es un riesgo.
Nova se portó muy bien y por qué no decirlo, Endika y Jenny también.
Os dejo con alguna imagen y con la esperanza de que os haya gustado lo que habéis leído y visto. Nos vemos en las siguientes entregas de mis trabajos que empiezan a ser bastantes y variados. Espero que sigáis viajando conmigo por el camino de la fotografía y no olvidéis que cualquier duda, consejo que queráis recibir o darme será bienvenido.