A estas alturas de la vida no vamos a descubrir ni quién era Standley Kubrick ni quién es Standley Kubrick para el cine. Lo que voy a tratar de hacer, a parte de pasar un rato entretenido con lo que más me gusta, es acercaros un poco la obra y la técnica del maestro relacionado con la fotografía. Stanley Kubrick es ampliamente reconocido como uno de los cineastas más influyentes en la historia del cine. Su habilidad para combinar la narrativa visual con la narrativa emocional ha dejado una marca indeleble en la industria del cine. Kubrick no solo fue un director magistral, sino también un visionario en el uso de la fotografía en el cine. Esto tiene una explicación más allá del talento que cualquier director pueda tener para sacar provecho de sus cinematógrafos al contar sus historias, y es que Kubrick era fotógrafo antes que director. Si a sus conocimientos en fotografía se unen su obsesión por hacer la mejor película de cada genero tenemos la combinación perfecta para que cada cinta suya sea una masterclass de cine, de composición, de iluminación, de narrativa…

Antes de forjar su camino como uno de los directores más icónicos de la historia del cine, Stanley Kubrick era un joven apasionado por la fotografía. Su interés en la imagen estática comenzó a una edad temprana, y su talento innato para capturar momentos en una sola instantánea se convirtió en una habilidad distintiva. Fue en las calles de Nueva York, su ciudad natal, donde comenzó a explorar su pasión por la fotografía. A la edad de 17 años, Stanley Kubrick vendió su primera fotografía a la revista "Look". 

Esta publicación lo contrató como fotógrafo de personal, un logro impresionante para alguien tan joven. La colaboración con "Look" no solo proporcionó un flujo constante de trabajo para Kubrick, sino que también le permitió explorar una amplia variedad de temas a través de su lente. En su papel de fotógrafo de prensa, Kubrick tuvo la oportunidad de documentar la vida cotidiana en las calles de Nueva York y capturar momentos reveladores en una época de cambios sociales y culturales. 

Fotografió eventos deportivos, protestas, celebridades, escenas callejeras y más. Esta diversidad de temas le brindó una comprensión profunda de la narración visual, que más tarde se convertiría en una de sus características más sobresalientes como director de cine. Kubrick demostró una aptitud excepcional para la narrativa visual incluso en sus primeros trabajos como fotógrafo. Sus imágenes no eran simples instantáneas, sino que contaban historias completas. La capacidad de comunicar emociones y transmitir significados a través de la imagen se convirtió en una parte integral de su estilo fotográfico, y esta habilidad se reflejaría en cada uno de sus futuros proyectos cinematográficos. No todo fueron grandes eventos históricos, el anodino día a día de una ciudad puede servir para sumergirte en un tedio constante o puede hacer devanarse los sesos hasta encontrar, en la más absoluta nada, una narración. 

 

   

Además de perfeccionar sus habilidades técnicas en fotografía, Kubrick aprendió a trabajar con sujetos humanos, lo que se convirtió en un activo invaluable en su carrera como cineasta. Durante su tiempo como fotógrafo, tuvo que interactuar con una variedad de personas, desde celebridades hasta personas comunes en situaciones extraordinarias. Esta experiencia de interactuar con sujetos humanos y dirigirlos para obtener la mejor imagen se tradujo directamente en su capacidad para dirigir actores en sus películas. Claro que esta capacidad no sabría deciros si fue en positivo o negativo ya que es conocido por sus extenuantes repeticiones que, en ocasiones, crearan roces con miembros técnicos. Que esto sea bueno o malo lo dejaremos para el que tenga un blog sobre dirección de cine, yo me vuelvo a la fotografía. 

El cine mundial se enriqueció enormemente gracias a la transición de Kubrick de la fotografía a la cinematografía, y su legado perdurará a través de sus obras maestras cinematográficas.

A pesar de su éxito como fotógrafo, Kubrick anhelaba una forma más completa de contar historias. Esta aspiración lo llevó a dirigir su primer largometraje, "Fear and Desire", en 1953. Aunque la película recibió críticas mixtas, marcó el comienzo de una carrera que cambiaría la forma en que el mundo ve el cine. Kubrick demostró rápidamente su habilidad para aplicar sus conocimientos fotográficos a la cinematografía. 

Metiéndome de nuevo en terrenos sobre cine en general os diré que esto sucede con la mayoría de grandes directores. Es muy difícil, salvo para Wells, que tu primera película sea la mejor o directamente que sea buena. Pero los grandes siempre esconden en estas cintas pequeñas pinceladas de porqué se convirtieron en los más grandes. Aunque siempre es injusto el revisionado a posteriori y buscar detalles de James Cameron en Pirañas 2 es la única forma que tenemos de ver el arte, una vez visto ya no puedes “desveerlo”. Salvo mi mujer que puede ver 20 veces Destino de Caballero y todavía no se acuerda si muere o no Sir Williams Thatcher.

Uno de los sellos distintivos de Stanley Kubrick en su cine es su meticulosa atención a la composición visual. Su formación como fotógrafo le permitió entender la importancia de cada elemento en el encuadre y cómo influir en la narrativa. Kubrick era conocido por su uso de la simetría, las líneas limpias y la profundidad en sus composiciones, lo que añadía un nivel adicional de significado a sus películas. Un ejemplo icónico de su habilidad para componer visualmente es la escena de los pasillos en "El Resplandor" (1980). La imagen del joven Danny Torrance en su triciclo recorriendo los pasillos del Overlook Hotel es un ejemplo maestro de cómo Kubrick utiliza la composición para crear una sensación de inquietud y claustrofobia.

Pero hay un sin fin de ejemplos sobre composición en su obra. No hablo de un plano en un momento dado, hablo de cada fotograma de una película está compuesta para darle a la pausa y quedarte a vivir en esa imagen.

La luz para la fotografía es básicamente lo que le da sentido, no hay grafía (dibujo) sin foto (luz). 

Cada composición debe de ir acompañada de su iluminación perfecta, y entender cuando una atmósfera es necesaria para crear angustia y terror o cuando la luz puede evocarnos limpieza y tecnología como en “2001”.

 Lejos de ser su mejor película, en “Barry Lyndon” (1975), podemos ver la mayor de sus acciones provocadas por la obsesión de la perfección. Él y su director de fotografía, John Alcott, eran conocidos por su dominio de la iluminación natural en interiores, creando imágenes que eran tanto hermosas como evocadoras. 

Para la cinta Kubrick pidió que toda la iluminación se hiciese de forma natural, es decir, que la iluminación fuese solo con medios incandescentes. Esto durante el día es estupendo ya que tu fuente de iluminación incandescente favorita da una luz estupenda y más en zonas Británicas donde el cielo encapotado nos facilita una iluminación perfecta. Si, puedes decirle ya a tu cuñado que cuando haga sol y vea a un fotógrafo no le diga “que día más bueno para tomar fotos”. Hace un día estupendo para tomar un vino y unas rabas en la playa Hulio pero no para hacer fotos. 

Volviendo al camino que he abandonado para sacarme una piedra del zapato, en las escenas de interior o peor aún, en las escenas nocturnas la iluminación con velas era un enorme problema. Para solucionar esto lo que hicieron es poner muchas velas. 

¿Os imagináis qué fácil hubiese sido para el bueno de Standley y de John? 

Pues no fue tan fácil como poner un montón de velas. Hoy en día con los sensores de las cámaras digitales sumado a los softwares de edición y las IAs de reducción de ruido podrían subir la ISO hasta el infinito y grabar estupendamente pero si recordamos que era 1975 puede planteársenos algunos problemas. La solución, sencilla, diseñar una lente nueva junto con la NASA para captar más luz. Repito, diseñó una lente nueva. Básicamente este señor creó la primera lente inferior a 1, concretamente una Zeiss 50mm f 0,1. No quiero irme por las ramas pero más o menos la f sería lo que puede una lente abrirse para dejar pasar la luz e imprimirse en el negativo. Que una lente se abra más que 1 obliga a ampliar el diámetro del objetivo y para eso combinó con una lente anamórfica que comprimía la imagen. Esto no lo cuento para que se entienda porque daría para una larga explicación. (podría ser para otro post) Esto lo cuento para que se vea la importancia de sus conocimientos fotográficos y cómo los aplicó a su cine. 

La famosa escena de la sala de estar en "Barry Lyndon" (1975) es un ejemplo claro ya que si vemos la película veremos que los actores están muy quietos durante el rodaje. La cámara tenía que estar mucho tiempo recogiendo luz para que se imprima en el celuloide. Eso dio una especie de quietud a todas esas escenas.

La formación de Kubrick como fotógrafo también se manifestó en su capacidad para contar historias a través de imágenes. Sus películas a menudo presentaban secuencias largas con diálogo limitado, donde la narrativa se desarrollaba a través de la acción y la composición visual. Un ejemplo destacado es la secuencia de la ópera en "2001: Una Odisea del Espacio" (1968), donde la falta de diálogo se compensa con una narrativa visual extraordinaria. O todo el principio que no tiene nada de dialogo. Si no lo recordáis es lo que Barbie homenajea al principio con la niña rompiendo muñecas. Es curioso como la escena con más cine de toda la película de Barbie no sea original.

Kubrick también fue conocido por su disposición a experimentar con la fotografía en sus películas. En "La Naranja Mecánica" (1971), utilizó lentes de ojo de pez para crear una distorsión visual que reflejaba la perspectiva alterada de los personajes principales. En "2001: Una Odisea del Espacio", empleó efectos visuales revolucionarios para representar el viaje a través del espacio, lo que cambió para siempre la forma en que se abordaron los efectos especiales en el cine. 

La ya citada “Barry Lyndon” (1975) con su iluminación natural y su composición pictórica constante.

Si volvemos a su tiempo como fotógrafo de "Look", Kubrick cubrió eventos históricos, incluyendo la Guerra de Corea. Sus experiencias como fotógrafo de guerra influenciaron su trabajo cinematográfico, especialmente en películas como "Senderos de Gloria" (1957) y "La Chaqueta Metálica" (1987). 

Estas películas exploran los horrores de la guerra de una manera cruda y realista, y la influencia de la fotografía documental es evidente en la representación de la violencia y la camaradería en el campo de batalla. 

Espero que esta entrada, al igual que la anterior sobre Tarantino os pueda servir para disfrutar de otra forma el cine. Evidentemente no pretendo ser presuntuoso y sugerir que esta es la única forma de ver las películas o que incluso todo esto ya lo sabíais, pero como nunca se sabe, yo os lo cuento y si os apetece me contáis cual es vuestra favorita y por qué.